Los mejores discos internacionales de 2013 (I)

Todos los años igual: llega diciembre y hay que hacer balance del lo que han dado así los últimos 12 meses. En parte con tedio y en parte con ilusión, nos toca consensuar discos, grupos, conciertos, órdenes, estilos… es un cirio, pero al final salen cosas interesantes. Con este post inauguramos nuestra serie de listas de los mejores de 2013 con, como no podía ser de otro modo, la primera parte de nuestra selección de los 25 mejores discos internacionales de 2013. Hoy os ofreceremos 15 puestos de nuestra lista, del 25 al 11, para dentro de unos días finalizar con nuestro top ten internacional del año; así como una selección de los mejores discos editados en España. Hemos colaborado en esta lista todos los que escribimos actualmente en bSides y hemos tratado de tener en cuenta los gustos y géneros que cultiva cada uno. De modo que, sin más dilación, os dejamos con nuestra selección de los mejores discos internacionales del 2013 (podéis escucharlos en nuestra lista de Spotify).

25. Magnetica / Prescription, de ZZZ’s

El trío japonés con más salero a este lado de la barra (lo de «barra» va por el pedazo de concierto que se pegaron en El Perro el pasado mes de noviembre) se permitió el lujo de recopilar en un CD sus dos minidiscos. Y si separados molaban, juntos molan el doble. Casi unas desconocidas, aunque con el beneplácito, de momento, de Thurston Moore y Jonathan Krenick, que es una (más que) buena carta de presentación.

24. The Bones Of What You Believe, de CHRVCHES

Uno de esos grupos del 2013 del que todo el mundo habla: synth-pop cálido y pegadizo y con letras algo atrevidas hecho en esa máquina de fabricar grupazos que es Glasgow. Están en todas las quinielas para los festivales de 2014 y The Bones Of What You Believe es un agradable refresco, una parada ligera y divertida en el panorama musical de este año.

23. Graffiti On The Train, de Stereophonics

Por desgracia ya casi nadie se acuerda de que Stereophonics volvieron este año tras un largo parón y que lo hicieron en excelente forma, con un disco que probablemente es el mejor desde los ya lejanos inicios de su carrera. Trajeron de nuevo el sabor del mejor britpop, con electricidad y folk para completar el cóctel de emociones, sin las ruidosas salidas del tiesto de sus últimos trabajos, creando un trabajo divertido y consistente.

22. Purgatory / Paradise, de Throwing Muses

Tras una ausencia de diez años los Muses retornan con un disco/libro que, con sus 32 canciones junto a sus correspondientes ensayos, no ha dejado indiferente a nadie, algo que, por otro lado, no ha pillado por sorpresa. Con Kristin Hersh en una de las etapas más productivas de su carrera, el futuro más inmediato de la banda y de sus proyectos alternativos (50 Foot Wave y su trabajo en solitario) promete cosas jugosas.

21. Wonderful, Glorious, de Eels

Otro de esos discos que sorprende no encontrarse en las listas de los mejores del año, tal vez porque se publicó en enero y ya pocos se acuerdan. No es el mejor disco de Mr. E y sus muchachos y puede hacerse algo correoso, pero cuenta con un buen puñado de momentos indiscutibles, aunque carezca de los singles claros y sencillos que pueblan la discografía de Eels. Aparece en nuestra lista porque no solo de discos sencillos vive el hombre.

20. Pale Green Ghosts, de John Grant

Después de poner a la crítica de acuerdo con su primer trabajo, este estadounidense afincado en Islandia lanzó una continuación mucho más plagada de paisajes electrónicos y sintetizadores que tampoco dejó indiferente. Juegos de tensos sentimientos y letras tan ácidas como dolorosas, Grant se ha situado en un muy buen camino y se presenta como un maestro en el manejo de las emociones.

19. Optica, de Shout Out Louds

Muchas dudas generaban los suecos de Adam Olenius tras su anterior entrega, y sin embargo demostraron que esa capacidad que tienen para hacer un pop agridulce y a la vez chispeante, no se había agotado. Pese a sus irregularidades, encierra bombones de aparente degustación rápida, y que por contra, con el paso de los meses, siguen ahí, enganchando a la primera, tirando de ritmos cautivadores y de flirteos con la electrónica bailonga.

18. In Rolling Waves, de The Naked And Famous

Hace un par de años  unos neozelandeses de synth muy bailable, cierta tendencia al ruido y mucha habilidad para los estribillos pegadizos nos llamaron la atención. Con su segundo disco pasaron de promesa a realidad, una muestra del synth-pop actual, fresca y divertida que seguía nítidamente la línea de su primer trabajo pero con más tablas y madurez, un sonido mucho más contundente y seguro que nos cautivó sin demasiadas complicaciones.

17. Hearttrob, de Tegan and Sara

Había sido prolongado el parón que en lo que a publicar nuevo material se refiere se tomaron las gemelas canadienses. El regreso fue desconcertante pero, superado el susto inicial, la cosa no sonó tan mal. Lejos de las cantautoras de folk algo deprimente de hace 10 años, Tegan and Sara se pasaron a la pista de baile y a las progresiones épicas para cosechar un éxito bastante merecido por la valentía de dar un giro completo a su carrera.

16. Fade, de Yo La Tengo

Honestos, íntegros, prolíficos como una familia mormona, y sobre todo, indies, pero indies de verdad, el trío de New Jersey volvió a principios de año con su enésimo disco. Fade estará entre lo mejor de su extensísima discografía, por su capacidad para mirarse en el espejo del pasado, y a la vez para ofrecer una cara reflexiva y adulta más novedosa. Y quien dude, que haga el esfuerzo de ponerse nada más que Ohm, una de las mejores oberturas del año.

15. No More Heroes, de Soror Dolorosa

De la unión de fuerzas y caldo de cultivo de la nueva ola francesa, Soror Dolorosa cuajan un disco imprescindible para los amantes del rock oscuro. Homogéneo, cuajado y compacto, el segundo trabajo de los chicos de Andy Julia demostró a primeros de año que hay mucho más en ellos que el magnetismo de su impostado e icónico líder. Lleno de pequeñas joyas y promesa de que puede haber mucho por venir.

14. Cave Rave, de Crystal Fighters

Un disco que pareció gustar a casi todo el mundo pero que luego no ha aparecido en las listas de los mejores del año. Tal vez la opinión general es que es demasiado ligero para ello, pero cuando una banda consigue aprender tanto de los errores de su primer LP y armar un segundo trabajo tan indiscutiblemente bailable y frenético, merece ser mencionado. Tal vez no sea el disco más sesudo del año, pero sin duda es uno de los más divertidos.

13. Tales Of Us, de Goldfrapp

Pitchfork le puso un 6 raspado y el resto de la prensa internacional lo despellejó bastante. No importa: no están en esta lista por ser Goldfrapp sino porque Tales Of Us es una joyita pequeña y delicada, llena de detalles y silencios enternecedores, con una complejidad instrumental disfrazada de sencillez que pocos manejan tan bien y porque la voz de Alison Goldfrapp cada año suena mejor que el anterior.

12. Origins, de God Is An Astronaut

El 2013 ha sido un año de gloria para los aficionados al post-rock y en parte lo es ya solamente porque los irlandeses God Is An Astronaut publicaron un nuevo disco este otoño. Coqueteos con la electrónica, un ambiente mucho más oscuro y menos gusto por la sencillez de las ascensiones épicas lo convierten en uno de los menos fáciles de escuchar de su discografía pero, aún así, es destacable.

11. Electric, de Pet Shop Boys

Impactantes. Sin que podamos decir que Electric contiene temas que deban pasar al (enorme) panteón de temazos de Tennant y Lowe, estos dos caballeros del dance-pop se marcaron en verano un discazo radical en el que no nos llevan de viaje a una pista de baile elegante llena de reflejos de neón, nos meten en la disco de polígono, máquina y desenfreno, machetazos inusuales con marca de la casa: ironía, romanticismo, crítica, y teatralidad.

¿Quieres saber cómo acaba? En unos días os ofreceremos nuestro top 10 tanto de álbumes nacionales como de internacionales. Mientras tanto, vuestras quejas y sugerencias serán bienvenidas en los comentarios. Aunque siempre serán mejor recibidas si las hacéis desde el cariño y el respeto.

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